Leonora Esquivel, activista de los derechos de los animales y vegana escribe un interesante artículo sobre la peste porcina y el modelo de alimentación que tenemos en Occidente:
«En abril se detectó en México un brote de gripe porcina en humanos que está causando una gran cantidad de muertes y puede llevar a la ruina al país. Este brote epidémico ha presentado casos en Estados Unidos y ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a instar a todos los países a que estén alerta a fin de detectar los casos de gripe.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos dijo que el virus es una combinación no vista antes de virus comunes entre cerdos, aves y humanos. Aún se desconoce el virus mutante que provocó la enfermedad en los seres humanos y no existe una vacuna para humanos.
Alertas van y vienen y la población ha comenzado a entrar en una especie de pánico. Debemos tomar medidas precautorias y darle la merecida importancia a este asunto. Sin embargo, me pregunto si somos capaces de ver todo lo que hay detrás de estas epidemias. Hace años fueron “las vacas locas”, después la gripe aviar y ahora esto. Por más que nos avisen que no hay riesgo al comer productos porcinos pues el virus se elimina a altas temperaturas, la reflexión que deberíamos hacernos va más allá.
Criamos miles de millones de animales en condiciones de poca higiene y hacinamiento. Los animales criados como comida no realizan nunca sus comportamientos naturales; ni siquiera se aparean de manera natural. Viven en bodegas, establos, sin ver la luz del sol, alimentados de manera artificial con piensos que contienen incluso deshechos de otros animales. Se les hormona para que alcancen su peso en pocas semanas, se les satura de antibióticos para evitar que se enfermen. Los males que ellos desarrollan son también consecuencia de las condiciones en las que viven, y entonces hay que crear vacunas para que no se contagien, y así sucesivamente.
Nuestra civilización no aprende a través de las causas -si es que aprende. Es capaz de repetir una y otra vez los mismos errores y no irse a la raíz u origen del problema. Ve solamente los efectos y se centra en descubrir maneras cosméticas y pasajeras de controlarlos. Todo lo que le está sucediendo al planeta es consecuencia de acciones humanas. Si bien siempre ha habido extinciones, epidemias, catástrofes, modificaciones en la temperatura, esto se daba lo largo de mucho tiempo, cientos o miles de años. En cambio ahora es la rapidez, frecuencia y aceleración de estos fenómenos lo que llama la atención.
Cuando ocurrió lo de las “vacas locas”, mucha gente dejó de comer carne roja, la industria registró pérdidas y millones de reses fueron matadas para evitar la propagación de la enfermedad. Con la gripe aviar sucedió algo similar y también millones de aves fueron enterradas o quemadas vivas. Ahora seguramente se están exterminando miles de cerdos para intentar controlar la epidemia. Después de la creación de la vacuna la gente volvió a retomar sus hábitos gastronómicos y todo pareció quedar en el olvido. En lugar de que a partir de ese momento la industria cárnica haya decaído, parece que regresa con más fuerza que nunca, colocando a México en sexto productor mundial de ganado y segundo en obesidad. ¿Coincidencia?
Los humanos nos dejamos llevar por el momento, por la inmediatez, sin pensar en las consecuencias futuras de nuestras acciones o en las causas que originan tal o cual suceso. Somos incapaces de ver que todo está interconectado. Que estas enfermedades son un llamado para modificar nuestros sistemas alimenticios y de producción, que es tal vez la única manera en que los animales dicen ¡basta! Pero nosotros cerramos los ojos y nos centramos en la manera de seguir perpetrando nuestros hábitos por más dañinos o costosos medioambientalmente que sean. Porque no queremos cambiar nada. Hemos comido animales desde hace miles de años y aunque cada vez hay más evidencia de lo insostenible que es, de las consecuencias que tiene para la salud, y las fuertes implicaciones morales que conlleva, insistimos en perpetrar sistemas de producción antinaturales y crueles, donde los animales son vistos y tratados como meros objetos.
En lugar de enriquecer a los laboratorios responsables de elaborar las vacunas contra este tipo de epidemias, los gobiernos deberían replantearse nuevas formas de alimentar a una población en un planeta con cada vez menos recursos. Y nosotros como individuos deberíamos tener más sensibilidad y detenernos a pensar qué nos quieren decir el planeta y sus habitantes no humanos y por qué nos cuesta tanto escucharlos.
¿Tenemos que llegar a este punto para modificar nuestros hábitos de consumo o hay vías menos drásticas para optar por una transformación?».
Foto de la galeria.
May 2, 2009 at 5:45 pm
no seas estupida no te das cuenta que todo esto es un montaje, para que los bobos como tu lo crean y le compren al laboratorio que produce el tamiflu toda la produccion que tienen almacenadas desde hace meses en bodegas son millones de toneladas que le venderan al mundo para ganarse unos trillones de dolares, QUE MISERABLE SON ESTOS CANALLAS, LOS QUE GESTORES DE TODA ESTA PANDEMIA INDUCIDA SON LOS EEEUU LOS INGLESES ALEMANES Y TODOS ESTOS PAISES QUE HACEN PARTE DEL REGIMEN MUNDIAL DE LA MUERTE
May 4, 2009 at 5:56 pm
PRIMERO: Para éste tal «José Alejandro»: Mi niño, me parece que eres una persona sumamente inculta, te recomiendo que no hagas comentarios tan pesimistas, ofensivos y con tan poco valor útil. Mejor ponte a investigar para que tengas buenos argumentos al criticar, y hacer críticas constructivas. Y otra cosa, el bobo eres tú… A caso te has informado del impacto en el descenso económico a nivel mundial a causa de éste «virus incógnita»? Te darás cuenta de que lo que (según tú) se obtenga de la venta del medicamento no es nada comparado con éste descenso en la economía. Enserio, no indagues del tema sólo con tu familia basándote en tus frustraciones… mejor investiga y sé un poquito más inteligente.
SEGUNDO:(Para quien escribió el artículo) Me agrada tu reflexión en el tema, comparto contigo la idea de que no vemos más allá de la solución inmediata, la mayoría de la gente no reflexionamos sobre el impacto o las consecuencias que podrían tener nuestros actos (a largo plazo)desde todos los ángulos posibles de visualizar. Y creo que debemos empezar por ese gran detalle: la ríaz de nuestros problemas.
Te agradezco la llamada de atención, que me ha puesto a meditar.
Ah, y un detalle.. Tengo entendido que sí existe vacuna contra éste virus (desconozco su efectividad), lo que pasa es que el biológico es escaso, aunque también tengo muchas dudas sobre eso, ya que el gobierno no es muy coherente con sus explicaciones y da lugar a muchos espacios en blanco…
Saludos…
noviembre 11, 2011 at 6:43 am
Le dan un premio a Leonora Esquivel.
http://www.animanaturalis.org/n/13974
Los concursantes que celebran el liderazgo y la innovación en sustentabilidad fueron personas, micro y grandes empresas, así como organizaciones civiles de 17 estados de la República Mexicana.
La Dra. Leonora Esquivel, presidente de AnimaNaturalis Internacional, recibió el premio a la Mejor Activista con más del 95% de los votos del público. El reconocimiento le fue entregado por Arnold Ricalde, activista ambiental y amigo de la ganadora.