
En medio la enterradora del Plan Andaluz de la Bicicleta.
El Plan de Infraestructuras de Transporte y Movilidad de Andalucía (PITMA) 2021-2030 que se presenta hoy 9 de septiembre del 2021 a bombo y platillo con el objetivo de «Avanzar en una movilidad regional sostenible» va suponer, paradójicamente y si nadie lo remedia, el entierro definitivo del Plan Andaluz de Bicicleta (PAB), la herramienta de que se dotó la Consejería de Fomento y Vivienda para concretar su «apuesta por un modelo de movilidad sostenible donde la bicicleta está llamada a incrementar su uso».
Y ello por dos motivos principalmente:
1) Un brutal recorte presupuestario, que su suma al protagonizado por el anterior Gobierno de coalición PSOE-Ciudadanos.
2) La negativa del actual Gobierno de coalición PP-Ciudadanos a incluir en el PITMA las redes urbanas de vías ciclistas.
El Plan Andaluz de la Bicicleta (2014-2020) supuso en su día un hito en la planificación de la movilidad sostenible, no solo en Andalucía sino España y Europa.
Estructurado en las tres escalas: autonómica, metropolitana y urbana; con inversión total prevista de 400 millones de euros, pretendía concretar la «apuesta (de la Consejería de Fomento y Vivienda) por un modelo de movilidad sostenible donde la bicicleta está llamada a incrementar su uso» (cita textual de la presentación del Plan).
No obstante, el desinterés de los sucesivos gobiernos ha ido menoscabando los objetivos iniciales del Plan, hasta que el presente Gobierno Andaluz parece dispuesto a darle la puntilla por medio del PITMA que se presenta hoy mediante:
1) Un brutal recorte presupuestario: De 367 millones de euros que quedan por ejecutar del PAB para redes ciclistas en los ámbitos andaluz, metropolitano y urbano, en el PITMA solo se presupuestan 45, correspondientes a las partidas «LE6.P4. Red de vías ciclistas metropolitanas» y «LE6.P5. Red de infraestructuras ciclo-turísticas.» Es decir, sumando todas las partidas, se podría financiar apenas el 12% de las actuaciones que quedan por ejecutar en el marco de PAB.
2) La renuncia a financiar redes urbanas (uno de los tres ámbitos de actuación del PAB ) en el marco del PITMA.
Ello «debido principalmente a problemas jurídicos en cuanto a la competencia para el desarrollo de este tipo de actuaciones, debiéndose limitar la Consejería a actuaciones de carácter metropolitano.» (cita textual pag. 31). Curioso razonamiento por el cual podríamos también llegar a la absurda conclusión de que el PITMA no podría contemplar la ampliación de la red de metro de Sevilla (verbigracia), por estar incluidas todas la líneas previstas en dicha ampliación en el término municipal de Sevilla y no ser por tanto «actuaciones de carácter metropolitano.»
O tampoco la Consejería de Fomento podría construir la Ronda Norte de Córdoba por tener su trazado por la ciudad consolidada.
En la base de tal absurdo, que no cabe entender sino como una mera excusa, mal traída y peor llevada, están unos informes (no una decisión judicial firme) de los Servicios Jurídicos de la Junta de Andalucía en los que se pone en tela de juicio el procedimiento elegido para llevar a cabo determinadas actuaciones relativas a vías ciclistas urbanas contempladas en el PAB en Granada y Sevilla.
Pero dichos informes lo único que cuestionan es el procedimiento elegido para promoverlas, no la pertinencia de las actuaciones ni mucho menos la validez del PAB como instrumento de planificación.
En consecuencia, lo que procedería es constatar la necesidad de revisar el procedimiento elegido para realizar algunas de las actuaciones previstas en el PAB, no la imposibilidad de realizarlas en el futuro. Y por supuesto, incluir en el PITMA un programa de construcción de vías ciclistas urbanas conforme a las directrices del PAB.
No podemos sino lamentar que, en un momento en se hace más necesario que nunca emprender programas que tengan un éxito garantizado a la hora de cambiar la movilidad urbana hacia horizontes más sostenibles, el Gobierno Andaluz decida prescindir de un instrumento como el Plan Andaluz de la Bicicleta que ha demostrado sobradamente su eficacia en ciudades andaluzas como Sevilla y, más recientemente, Cádiz; comparativamente de bajo coste y que no requiere apenas esfuerzo de planificación adicional, pues la mayoría de los proyectas están ya redactados y en poder de los órganos de planificación públicos.
En el proceso de alegaciones abierto en el marco de la aprobación definitiva del PITMA «A Contramano» presentará alegaciones tendentes mantener los objetivos del PAB en su integridad y a dotarlos de una financiación suficiente.