
Concentración y plantación de un nuevo árbol en conmemoración del accidente nuclear de Fukushima.
La Asamblea Antinuclear de Córdoba recordará la catástrofe en su séptimo aniversario el domingo 11 de marzo a las 12 horas en el Parque de Miraflores, añadiendo un nuevo ginkgo a los seis que se plantaron el pasado año.
La Asamblea Antinuclear de Córdoba volverá a movilizarse el próximo domingo a las 12:00 del mediodía, para conmemorar el accidente nuclear de Fukushima (11 de marzo de 2011) con una concentración y plantación de un ginkgo que se sumará a los seis plantados el pasado año en el Parque de Miraflores, en el que han dado en llamar “El bosque de Fukushima”, en los jardines de la Virgen del Rocío (calle José Luis Villegas Zea).
De esta manera, el bosque irá teniendo un árbol por cada año transcurrido desde esa catástrofe, el peor accidente nuclear de la historia tras el acaecido en Chernobil (Ucrania) en 1986.
A pesar de los siete años transcurridos, las consecuencias de Fukushima siguen produciendo efectos devastadores. Decenas de miles de habitantes de las poblaciones japonesas colindantes se mantienen aún evacuados y las zonas que están volviendo a abrirse a la población conservan niveles altísimos de radiación. Juan Lopez Uralde nos alerta en este artículo sobre los riesgos de la energía nuclear.
El gobierno japonés está dedicando miles de millones de euros a las labores de descontaminación de los terrenos y edificaciones, que durarán unos 40 años. Pero la situación está muy lejos de controlarse y lo peor es que la información sobre los riesgos se oculta y maquilla. El tsunami que afectó a la central nuclear de Fukushima hace ahora siete años provocó que los tres reactores nucleares se derritieran y desde entonces se está produciendo la mayor liberación de radiactividad al agua que se haya producido jamás en toda la historia de la humanidad.
Cada día se vierten unas 300 toneladas de desechos radiactivos y la contaminación ha afectado ya a todo el Océano Pacífico, sus costas, su fauna y su flora marinas. Las repercusiones a medio y largo plazo son impredecibles. (más…)