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Martín, presidente del Consejo Regulador Montilla Moriles

He dejado pasar ya más de una semana desde que acabó la Cata de Montilla Moriles 2022. Soy un apasionado del vino fino de Córdoba y compruebo que en muchas tabernas de Córdoba hay muy poca variedad de estos caldos.

Este evento ha estado patrocinado o subvencionado por numerosos organismos públicos que pagamos con nuestros impuestos: Unión Europea, Ayuntamiento de Córdoba, Consejería de Agricultura, Ministerio de Agricultura y Diputación de Córdoba.

Sin embargo a pesar de que los ciudadanos financiamos esto, el Consejo Regulador no ha publicado una sola cifra para evaluar de forma cuantitativa el éxito, el retorno de la Cata. Ni número de visitantes, ni resultados económicos, ni cantidad de vidrio recogido, ni cifras concretas sobre porcentajes de tipos de vinos vendidos, etc.

Además todos los años problemas con los accesos. Igual hacen falta profesionales que gestionen este tipo de eventos. El último año de la Cata ya se produjeron problemas con los accesos, han pasado varios años y seguimos con los mismos problemas y eso que han tenido varios años para darle una vuelta.

Mismo problema y seguramente mismos organizadores. Cuanto nos queda en Córdoba por aprender en la organización de este tipo de eventos. Hay que pagar profesionales y no tirar el dinero.

Este año 2022 siguen sin reconocer los del Consejo Regulador que uno de los problemas más grave fue el sistema informático que usaban que se colapsó desde el primer día y el primer momento. Lo del miércoles a mediodía con la cata medio vacía fue lamentable.

Colas que llegaban al antiguo centro de salud provocadas por un sistema incompetente de emisión de tickets. Es incompresible que a día de hoy pase esto. Además de problemas también con los terminales de cargo para las consumiciones de vino. Un desastre de inicio de una cata muy mal organizada. La gente marchándose desesperada a sus casas el primer día pues no estaba dispuesta a esperar una hora o más para sacar un ticket, estando la cata casi sin visitantes ese día.

También tuvo aspectos surrealistas como ver al Consejero de Salud en la ceremonia de inauguración brindando con los principales organizadores del evento.

En la más clara línea Ayuso, el Consejero Aguirre no quiere hacernos pensar en los problemas de salud  que genera el alcoholismo. Muy al contrario, en una actitud ayusística, «Vámonos de cañas» pues «Vámonos de Vinos», yo vendo felicidad y juerga aunque no tenga que ver con mi competencia.

Esta queja ha sido publicada en CORDOPOLIS en mayo del 2022.

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