Publicidad Coche.

Las Marcas asumen en su publicidad ideas del Movimiento 15 Mayo, el coche que dice «No a lo Establecido» en un reciente anuncio de Citroen.

El modelo de comunicación empresarial se ha legitimado como tecnología de gestión simbólica de las relaciones sociales y se ha difundido en la sociedad como el único modelo eficaz.

Las instituciones del Estado, los municipios e incluso asociaciones ya no dudan en recurrir a dicho saber para la construcción de una imagen y una identidad. Los recientes elegidos alcaldes y presidentes de comunidades autónomas presumen de gestionar sus ámbitos públicos como si fueran empresas.

Por el contrario, en algunas grandes corporaciones empresariales se viene dando el proceso opuesto de articular su publicidad en base a la iconografía de las ONGs y los movimientos alternativos. Estas organizaciones y colectivos sin ánimo de lucro han logrado mayor credibilidad que las instancias oficiales. Cuando las empresas asumen un discurso publicitario formalmente idéntico al de las ONGs desean ganar ante los consumidores la credibilidad.

Las tendencias publicitarias que aparecieron en casi todas las categorías de servicios y productos anunciados durante los noventa se agrupaban, según John Berger, en seis. Todas ellas presentaban un carácter heredado de los valores presentes en la sociedad posmoderna, la máxima que afirma que la publicidad es reflejo de la vida, queda reafirmada: Romper las reglas. Es el mensaje más dominante en la publicidad contemporánea. La publicidad traslada al consumidor la idea de ser diferente, de llegar a ser rebeldes e inconformistas.

No tener miedo. Por supuesto, no es suficiente querer romper las reglas: se debe tener la valentía para actuar y dejar libre los impulsos de rebeldía. Y por ello el miedo no debe existir. Como consecuencia directa surge una publicidad kamikaze que comparte la tendencia social de la búsqueda de la aventura: se quiere experimentar absolutamente todo y en cada prueba de riesgo se logra un bagaje que puede enseñárselo al resto. La juventud y los adolescentes son más sensibles a esta forma de construir los mensajes publicitarios.