ANTE LAS PRÓXIMAS ELECCIONES A CLAUSTRO Y RECTOR.
Diego Llanes Ruiz. Catedrático de Genética.
José Roldán Cañas. Catedrático de Ingeniería hidráulica.
Adela Sánchez García. Catedrática de Farmacología.
La Universidad de Córdoba ha sido convocada para elegir al claustro que deberá, durante los próximos cuatro años, elaborar unos nuevos Estatutos, necesarios tras la aprobación de leyes cómo: LOMLOU, de la Ciencia, sobre profesorado, alumnado y financiación.
Inmediatamente después se convocará la elección de rector(a).
El Prof. Dr. Roldán Nogueras, actual rector, presentará su candidatura para intentar renovar su cargo otros cuatro años. Siguiendo la regla de que los últimos rectores cordobeses ocupen el cargo durante dos mandatos.
El Profesor Roldán Nogueras tendrá oportunidad de exponer todas aquellas iniciativas que, durante su mandato, han sido puestas en marcha y pedirá continuar otros cuatro años para así culminar, lo que él llamará, su Proyecto de Universidad. Proyecto que ya tiene un largo recorrido y que se inició colaborando con el Proyecto del Profesor Dr. Colomer Viadel (que en paz descanse) allá por 1984.
Entre sus conquistas se presentará la consecución del Campus de Excelencia Internacional (CeiA3), la culminación de los planes según Bolonia, la aparición como primera universidad pública en un ranking y una serie de iniciativas docentes (programa DOCENTIA,…), investigadoras (Instituto Maimónides de Biomedicina, empresas de base tecnológica, Rabanales21,…), administrativas (programa Sigma, cambios en la RTP,….) y estudiantiles (actividades culturales, cursos, premios y recompensas diversas).
El éxito de algunas de estas iniciativas, por ejemplo el CeiA3, es inequívocamente el resultado de la gestión de su equipo, o de parte del mismo, ya que se elaboró a espaldas de Centros y Departamentos. Esta falta de debate en los temas de futuro ha sido la característica dominante de su proyecto de gestión.
Sin embargo, no serán las conquistas, que sin duda las hay, desarrolladas por el actual equipo de gobierno lo que más va a pesar en el debate y resultado de las próximas elecciones a claustro y rector(a), lo que más pesará a favor de la candidatura del Prof. Roldán Nogueras será que, junto a los varones y barones de su equipo de gobierno, sumará más de 100 (cien) años ostentando cargos en el rectorado, sin contar los años transcurridos como decanos, directores o secretarios de centros ó departamentos.
Estos cien años largos de cargos en el rectorado serán la base sólida donde, el Prof. Roldán Nogueras, asentará su proyecto, ningún candidato(a) que quisiera competir por el rectorado de nuestra universidad, podrá presentar un equipo con esta base centenaria.
La existencia de un nuevo escenario económico hace que el cambio esté llamando a la puerta de las universidades, de nuestra comunidad autónoma y del país. Esta base centenaria, en años ocupando despachos del rectorado y sus raíces colaterales -las decenas de cargos designados-, ha generado un “régimen” que representa, en nuestra opinión, un lastre de inmovilismo, más que un aval de experiencia. Estos largos periodos de ocupación de cargos sirven para fomentar el clientelismo que hará imposible, cuatro años más, cualquier debate serio de los problemas de nuestra universidad. Años que se anuncian cruciales para el futuro de la universidad dados los nuevos retos que se perciben en el horizonte.
Sólo una respuesta de aquellos (profesorado, PAS y estudiantes) que ven desde fuera el avance del “régimen”, en que se ha convertido el rectorado de la Universidad de Córdoba, podrá poner en marcha un nuevo modelo de gestión de los asuntos universitarios, al margen de quién ocupe el rectorado, asentada en la participación sin sectarismo y basada en una selección de cargos, por méritos, que trabajen para garantizar el futuro docente e investigador que la universidad pública cordobesa se merece.
marzo 18, 2010 at 4:58 pm
Querido Gerardo:
Fomentar el debate es siempre necesario, aparte de sano. Y asimismo que haya alternativas, aunque sea a lo bien hecho. En esta carta, los firmantes reconocen los logros del actual equipo de gobierno (entre los que destaca la consecución del CeiA3), lo cual les honra (en esto, se desmarcan un poco de nuestra clase política en general). Pero como argumento principal contra el actual equipo, usan el excesivo número de años acumulados entre todos en distintos cargos. Es verdad que la renovación es siempre deseable; pero hay cosas que se han hecho bien, así como otras muchas que se han hecho mal (faltaría más).
Cuando en diversos estudios, la UCO viene situada en puestos de cabeza (segunda, séptima, novena, duodécima…), me imagino que no estaremos tan mal. No me creo que seamos la mejor (ni la segunda mejor), pero ni falta que hace. Yo creo que estamos entre las quince mejores universidades españolas (incluyendo las privadas). ¿Que las cosas se pueden hacer mejor? Por supuesto. Todos lo sabemos.
Echo en falta propuestas más concretas por parte de los candidatos en las elecciones anteriores. ¿Qué harían ellos? ¿Qué cambiarían? Quizás el tono de esta campaña será mucho más suave que en la anterior, porque un candidato en particular fue muy agresivo frente al Rector actual (y el departamento del que proviene; y esa fijación aún no la ha abandonado), ya que todos dan por hecho que Roldán Nogueras va a arrasar por los logros conseguidos.
Por cierto (y aquí voy a discrepar de mi buen compañero bicicletero y amigo Kierkegaard), me decepciona que tres candidatos a rector hayan firmado una carta con algunos errores ortográficos (tildes que faltan o sobran) y de puntuación (comas y puntos que igualmente faltan o sobran). Y luego nos quejamos de que los alumnos no escriban correctamente…
Un abrazo,
M.
marzo 19, 2010 at 8:43 am
Como respuesta a mi buen amigo “Manolote”, solo quería dar dos ideas.
La primera es que no creo que me decepcione una falta de ortografía. Por el contrario si me siento contrariado al no entender con claridad los argumentos que se quieran formular para defender algún pensamiento. Para mi el analfabetismo es algo más profundo que la superficialidad de escribir y pronunciar la lengua con cánones académicos establecidos arbitrariamente. El lenguaje puede ser belleza, estoy de acuerdo; pero sobretodo es comunicación. Las reglas arbitrarias e innecesarias que se le imponen a veces entorpecen la comunicación, tanto oral como escrita. Se puede no saber leer o escribir y tener unos conocimientos y comportamiento envidiables.
Lo segundo es que los cargos políticos, incluyendo los universitarios están, o más bien deberían estar, para SERVIR a los demás. Tengo ciertas dudas de que el empeño que ponen algunos candidatos en ocupar lo que en teoría son cargos de servir, no sea en realidad una obsesión por ocupar cargos de PODER. Y esto puede explicar en parte, por qué algunos se mantienen en cargos públicos tanto tiempo de forma voluntaria y por qué alzan los brazos con una V en sus dedos en señal de “victoria”.
Este modelo de sociedad ha fracasado. Para nosotros, los privilegiados del sistema, solo parcialmente. Pero creo que es necesario mirar más allá de nuestro entorno y por supuesto de nuestras fronteras.
La única esperanza es pensar que este fracaso, es solo un paso necesario, para llegar a otro tipo de sociedad posible donde los privilegiados seamos todos. Y que también se incluyan entre ellos a los de otras especies que actualmente sufren como consecuencia de la tortura, explotación o desprecio por parte de nuestra especie.
Solo ideas, por supuesto.