
Javier Ortiz
Menuda cabronada, nos ha dejado el columnista Javier Ortiz al que últimamente seguía con admiración en su columna del diario El Público.
Tanto cabrocente, dictador y político chusma que se hace nonagenario y tenemos la mala suerte de que este tipo genial y disidente nos deje en plena madurez.
Manuel Vázquez Montalbán, Edward Said, Javier Ortiz todos ellos nos han dejado cuando aún no estábamos preparados.
Tengo un cuaderno donde voy pegando aquellas columnas que encuentro valiosas y lo tenía sembrado de columnas de Javier.
Una gran voz que se va. Un nuevo silencio. Eres como de la familia, eres del grupo de amigos, eres el colega con el que charlas un rato en el café de la mañana. Tierno y escéptico, crítico e insobornable. Llevo años leyéndote todos los días. Nunca estuve contigo pero siento tu muerte como la de un amigo del alma.
El roce hace el cariño y tus palabras del diario de un resentido social, de los apuntes del natural, del dedo en la llaga y de tantos otros lugares, han hecho que te queramos. ¡¡cuánto te vamos a echar de menos!!
Se nos ha ido lo poquito que queda del buen hacer periodistico. Un ejemplo del periodista independiente. En este panorama periodístico del servilismo, de la obscena manipulación y del peloteo, nos deja el que más falta hace.
Agur Javier. Que la tierra te sea leve querido compañero.
Un abrazo para su familia y amigos, que seguro que son muchísimos. Nos vemos en Jamaica.
Puedes dejar un último mensaje para Javier en su blog.
abril 30, 2009 at 9:26 am
Hace poco a una señora mayorcita que despotricaba contra los inmigrantes en la cola de la caja del supermercado le hice recordar la postguerra de la guerra in-civil española y automáticamente cambio de tercio.
Y dijo, que prefería una sola explosión, destrucción total y sin epílogo… porque se acordaba bien del regusto que deja la guerra, sabor a boniato y a cascara de naranjas.
Algunos pensaran que has desertado ante la inminencia del fin del mundo, yo supongo que en realidad solamente del juicio final, porque como juez imparcial has repartido tus juicios de valor con generosidad y desconfías del sistema.
Como en la guerra in-civil hubo tres tristes tercios, los de Franco (nacionales), los de la República (rojos) y los que liaron el petate y se largaron, y como tú has hecho hicieron mutis por el foro para “resucitar” en otras tierras en donde no todo el mundo hubiera perdido el juicio.
Es una pena que no vuelvas a escribir porque la historia la dictan los vencedores en su reducto de razón insobornable, en su oposición eterna de contrarios que tanto se necesitan, el tercio que se atreve a sugerir que no tiene razón, que sólo tiene dudas y que siente vértigo de la certidumbre que justifica suprimir al discrepante te echara de menos. Formarás parte de las ausencias que nos condenan a ser siempre la inmensa minoría. Hasta siempre.
noviembre 29, 2009 at 7:46 pm
[…] Pedrós. Agur, Javier Ortiz. 30 de abril de […]